jueves, 14 de marzo de 2013

Demonios de Primera Clase

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De Nube vacía: Las Enseñanzas De Xu Yun
traducido al español por Shi Chuan Fa


Un día un hombre estaba paseando por el mercado cuando se acercó a un puesto que decía, "Se vende: Demonios de Primera Clase." 
Por supuesto, el hombre estaba intrigado. ¿Lo estarían ustedes? Yo sí. 

- Déjeme ver uno de esos demonios - le dijo al comerciante.

El demonio era una pequeña y extraña criatura... bastante parecida a un mono.

- Es bastante inteligente - dijo el comerciante-. Y todo lo que tiene que hacer es decirle cada mañana lo que quiere que haga ese día, y lo hará.

- ¿Cualquier cosa? - preguntó el hombre. 

- Sí - dijo el comerciante -, cualquier cosa. Todos sus quehaceres domésticos estarán terminados cuando llegue a casa después del trabajo.

El hombre se encontraba soltero así que el demonio le pareció una muy buena inversión. "Me lo quedo" dijo. Y pagó al comerciante.

- Una pequeña cosa - dijo el comerciante (siempre hay una pequeña cosa, ¿no?) - debe ser fiel en decirle lo que debe hacer cada día. ¡Nunca se olvide! Dele las instrucciones cada mañana y todo irá bien. ¡Recuerde mantener esta rutina!"

El hombre aceptó y llevó su diablo a casa. Cada mañana le decía que fregara los platos, que hiciera la colada, que limpiara la casa y que preparara la cena; y cuando volvía a casa, todo estaba hecho de la manera más maravillosa.

Pero entonces llegó el cumpleaños del hombre y sus compañeros de trabajo decidieron darle una fiesta. Bebió mucho y se quedo a pasar la noche en la ciudad, en casa de un amigo, y a la mañana siguiente fue directamente al trabajo. No volvió a casa para decirle a su diablo lo que tenía que hacer. Y cuando regresó aquella noche descubrió que el diablo había quemado la casa y estaba bailando sobre las ruinas humeantes.

¿Y no es esto lo que sucede siempre? Cuando comenzamos un entrenamiento juramos con nuestra sangre que nos mantendremos fieles a él. Pero después de dejarlo y descuidarlo por primera vez, le conducimos al fracaso. Es como si nunca lo hubiéramos hecho.

Así que, sin importar que hayan escogido el camino del Mantra, o del Yantra, o de la Cuenta de la Respiración, o de un Hua T’ou, o de repetir el nombre del Buda, ¡sigan con su método! Si no funciona hoy, prueben mañana. Díganse a ustedes mismos que están tan decididos que si necesitan continuar su práctica durante la próxima vida, lo harán a fin de tener éxito. El viejo Maestro Wei Shan solía decir, "Permaneced en la práctica que hayáis escogido.
Tal vez varias reencarnaciones os hagan falta para alcanzar la Budeidad."

Sé que es fácil desalentarnos cuando pensamos que no estamos haciendo progresos. Lo intentamos una y otra vez pero cuando no viene la iluminación queremos abandonar la lucha. La perseverancia es en sí misma un logro. Sean constantes y pacientes. No están solos en su lucha. De acuerdo a un viejo proverbio, "Nos entrenamos durante aburridos eones, para alcanzar la iluminación que ocurre en un instante."
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